Métodos de tratamiento
Existen diversos tratamientos para combatir la cuperosis. Entre los más efectivos se encuentran:
Productos de limpieza:
es muy importante que luego de haber sido diagnosticado con cuperosis, el paciente tome en cuenta la rutina de limpieza de la piel. Para ello, deberá utilizar productos para pieles sensibles como los jabones llamados panes dermatológicos que no tienen tensoactivos agresivos. También es bueno elegir desmaquillantes y tónicos sin alcohol, que muchas veces funcionan incluso mejor que el agua. Se deben evitar los exfoliantes, ya que irritan mucho la piel en personas con cuperosis, agravando el problema.
Uso de cremas hidratantes:
Utilizar cremas que mejoren la microcirculación como el ruscus aculeatus y calmantes como el alfabisabolol o la avena. Este tipo de cremas también protegerán la piel de agentes externos y de los cambios bruscos de temperatura.
Maquillaje:
Se recomienda usar correctores de tono. El uso de bases de maquillaje con color base verdoso son ideales para contrarrestar el rojo en la piel y dará una apariencia más uniforme a la cara y escote. El maquillaje no tendrá un efecto terapéutico, pero sí estético.
Láser:
La utilización de láseres vasculares tienen muchísimo efecto al momento de querer eliminar el problema de la cuperosis, ya que actúan directamente sobre los vasos dilatados, haciendo que estos desaparezcan. Los más conocidos son el KTP o los Dye Láser. Para ello, estos láseres actúan contra la hemoglobina, haciendo que los vasos se dañen y puedan ser reabsorbidos por el cuerpo de forma natural. Es imprescindible que esto sea tratado por el dermatólogo experto, ya que los láseres también pueden alcanzar la melanina que podría causar manchas en la piel.
Una alternativa al láser es la luz pulsada intensa (IPL) que tiene excelentes resultados en personas con cuperosis más densa.
Todos los tipos de láseres se utilizarán según la piel del paciente, la edad y otros factores y se adaptarán a las necesidades según sea cada caso. Son tratamientos indoloros, rápidos y que por lo general no necesitan anestesia.
La duración del tratamiento variará en cada caso, pero duran alrededor de 10 a 15 minutos y la cantidad de sesiones que necesitará el paciente dependerá del tipo y extensión de cuperosis que tenga. Por lo general el paciente se deberá someter a unas 3 a 4 sesiones